Cambiar las puertas de casa

Cambiar las puertas de casa

Si te estás planteando cambiar las puertas de madera del interior de tu casa tienes que saber que en el mercado hay varias opciones diferentes en este material.

  • Puedes elegir puertas de madera maciza. El punto fuerte de estas puertas está en su calidad y el gran aislamiento acústico y térmico de las mismas, pero también tiene algún punto débil entre los cuales destaca el peso de la puerta.
  • O una puerta hueca. Estas puertas están formadas por dos planchas de madera y en el medio un panel de abeja de cartón. Al tener el interior hueco, las puertas son mucho más ligeras y también bastante más económicas. Pero lo malo de las mismas es que son delicadas y si se golpean por accidente es fácil que se rompan.

Tanto unas puertas como otras pueden tener diferentes acabados para conseguir una apariencia atractiva y moderna.

¿Y si mis puertas no son estándar?

Si tu casa tiene ya muchos años y no has cambiado las puertas nunca, tal vez te encuentres con el problema de que las medidas de las mismas no se corresponden con lo que hay a la venta en medidas estándar. Pero eso no es un problema.
Puedes solucionarlo de dos maneras: Puedes optar por hacer algo de obra y adaptar las medidas de tu puerta para que, si en el futuro quieres volver a cambiarlas, se adapten a las medidas del mercado y puedas comprar cualquier puerta convencional. El inconveniente en estos casos es que obligará a realizar otros trabajos, como por ejemplo pintar o arreglar el suelo en ciertas ocasiones.
Pero también puedes decidir contratar a un buen carpintero para que haga a medida tus puertas de madera, adaptándose a las medidas que tienes en tu hogar. Si le pides que te haga unas puertas de calidad, durarán muchísimos años y no tendrás necesidades de cambiarlas.

¿Y cómo puedo elegir que abran?

Puedes elegir entre tres estilos diferentes de puertas:

  • Abatibles. Son las puertas más habituales. Son las más fáciles de colocar y las que mejor aíslan, pero roban un poco de espacio al interior de la habitación por su modo de apertura.
  • Correderas. No roban espacio en la habitación, aunque necesitan de una zona para poder desplazarse. Su punto débil es el aislamiento, ya que dejan pasar luz y sonidos con mucha facilidad.
  • Las puertas plegables. Solo se usan en espacios bastante grandes. Son frecuentes en armarios y en antiguas galerías. Actualmente, lo normal es que solo se encuentren por encargo.

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